EYE PRESSURE CONTROL 30 CAP.
Descripción
Eye Pressure Control (Control de la tensión de los ojos) es una fórmula natural imprescindible parapreservar la salud ocular y prevenir el deterioro del sistema vascular del ojo asociado al envejecimiento.
Se compone de dos extractos completamente naturales y patentados, Mirtoselect®, un extracto de arándanos recogidos en los bosques europeos, y Pycnogenol®, un extracto de corteza de pino marítimo de las Landas de Gascuña, en Francia.
¿A quién está dirigido Eye Pressure Control?
- A las personas que tengan antecedentes familiares de glaucoma, de cataratas y de DMAE (degeneración macular asociada a la edad).
- A las personas que deseen prevenir naturalmente los trastornos de la visión asociados a la edad y minimizar los riesgos.
- A las personas deseosas de preservar su agudeza visual.
- A las personas que deseen aumentar momentáneamente su rendimiento visual.
- A las personas que padecen diabetes o hipotiroidismo.
- A las personas que padecen hipotensión o hipertensión y a las que ya han tenido trastornos cardíacos.
- A las personas que ya tengan un problema ocular (miopía, cataratas diagnosticadas, uveítis crónica, etc.).
- A las personas que hayan tenido una herida importante en un ojo.
¿Qué es MirtoSelect®?
MirtoSelect® es un extracto auténtico de arándano (Vaccinium myrtillus) estandarizado a un 36 % de antocianos. Se obtiene exclusivamente a partir de arándanos frescos recogidos cuando están maduros entre julio y septiembre.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las observaciones empíricas incitaban a los pilotos a ingerir arándanos para mejorar su vista durante los vuelos de noche. Esta costumbre ha llevado a los investigadores a estudiar las propiedades de los arándanos a nivel oftalmológico y a evidenciar sus numerosos beneficios a lo largo de las últimas décadas (1-6):
- mejora de la sensibilidad de la retina;
- preservación de la función visual;
- mantenimiento de la función lagrimal;
- mejora de la circulación vascular del ojo;
- alivio del cansancio ocular (después de una utilización intensiva de los ojos); li>
- lucha contra el envejecimiento del ojo.
Actualmente, se sabe que estos beneficios son debidos al contenido de antocianosde los arándanos.
Los antocianos se encuentran en muchas frutas, en el vino tinto, en algunos tubérculos o verduras de hojas, pero son los arándanos los que contienen más antocianos (7) . Éstos son compuestos antioxidantes que pertenecen a la gran familia de los flavonoides y que están totalmente ausentes en los animales.
Mecanismos de acción de los antocianos
Una potente actividad antioxidante. Los antocianos de los arándanos son potentes antioxidantes que actúan contra las especies reactivas de oxígeno, especialmente el anión superóxido (O2−), y que limitan la peroxidación lipídica (8), un fenómeno que contribuye a que los ácidos grasos se pongan “rancios”.
Los antocianos son capaces de prevenir la fotooxidación producida por la luz, especialmente la que afecta a la lipofuscina (9), un pigmento que se acumula con los años en las células del epitelio retiniano. Esta oxidación genera por sí misma radicales libres fototóxicos que provocan poco a poco un estrés oxidativo crónico especialmente devastador para el ojo (10). Ahora bien, este proceso también puede ser detenido por los antocianos.
Los antocianos parecen asimismo ser capaces de aumentar en el ojo los niveles de antioxidantes endógenos (es decir los que son fabricados por el organismo) como el glutatión, la vitamina C y la superóxido dismutasa (11).
Propiedades antiinflamatorias. Unos estudios recientes muestran que los antocianos pueden atenuar la expresión de los genes que contribuyen a la inflamación y, al contrario, estimular la expresión de los que luchan contra ésta (12). Es una propiedad muy interesante, ya que se sospecha que la inflamación juega un papel en numerosas patologías, especialmente en la aterosclerosis, que es un factor de riesgo muy elevado de glaucoma.
Inhibición de la fosfodiesterasa. Los antocianos contenidos en el arándano (cianidinas, delfinidinas y malvidinas) ralentizan la actividad de una enzima muy activa en el ojo: la fosfodiesterasa (13). Esta enzima se encarga de inactivar a un mensajero celular que excita las neuronas y aumenta los aportes de glucosa al cerebro. Por tanto, al hacerla menos eficaz, los antocianos contribuyen a un aumento temporal de este mensajero y, por consiguiente, a una excitación pasajera de las neuronas y de las células fotorreceptoras. Este mecanismo explica potencialmente la mejora de la agudeza visual constatada en los estudios y los datos empíricos en los consumidores de arándanos y de extractos de arándanos.
Efecto en la vasomotricidad arterial. La vasomotricidad es la capacidad que presenta una arteria para modular su calibre. Es una propiedad indispensable para la buena circulación de la sangre en las arterias, pero ésta es a menudo alterada por la formación de depósitos grasos en el revestimiento interno de los vasos sanguíneos. Por tanto, éstos últimos tienen problemas para reaccionar a las señales bioquímicas que ésta transporta y se degradan progresivamente. Los antocianos posiblemente tienen un efecto positivo en esta propiedad estrechamente implicada en la función visual (14).
Nota : originalmente, el “arándano” sólo está relacionado con Vaccinium myrtillus, aunque la denominación se haya extendido a varias otras especies americanas y cultivadas. Al contrario de la pulpa de arándano que es azul, la de estas especies híbridas es más verdosa. Además, éstas contienen una cantidad mucho menor de antocianos y son mucho menos jugosas.
¿Cómo se produce MirtoSelect®?
De todas las bayas, los arándanos son seguramente los más valiosos: son extremadamente difíciles de cultivar y mucho más frágiles que las demás (lo que les expone más a los golpes y dificulta más su transporte).
Por tanto los arándanos del origen del extracto se recogen a partir de plantas salvajes, antes de ser congeladas, seleccionadas, limpiadas y después purificadas para mantener toda la extensión de sus sustancias activas y garantizar una eficacia óptima (15) de los antocianos.
¿Qué es el Pycnogenol®?
Pycnogenol® es un extracto de corteza de pino marítimo (Pinus pinaster) con un contenido normalizado de proantocianidinas o de proantocianidinas oligoméricas (OPC), una clase de compuestos antioxidantes presentes en algunos vegetales.
Hoy en día, gracias a los trabajos de Jacques Masquellier, se sabe que las proantocianidinas contenidas en la corteza del pino son las que curaron a los miembros de la tripulación del barco de Jacques Cartier, que permaneció inmovilizado varias semanas en los hielos del río Saint-Laurent. Éstos padecían una enfermedad que era totalmente desconocida en la época: el escorbuto.
Cerca de 160 estudios clínicos y más de 420 publicaciones de investigaciones han permitido comprender algo mejor a las proantocianidinas de la corteza de pino y sus efectos en el cuerpo humano. Estos compuestos juegan especialmente un papel beneficioso para las paredes de los vasos sanguíneos al favorecer su dilatación. Esto es un dato importante, ya que en los trastornos más comunes de la visión se encuentra un fallo de los vasos sanguíneos que proporcionan los nutrientes a los fotorreceptores y a las células del epitelio pigmentario retiniano. Este fallo lleva a una hipoxia que provoca la liberación de varias sustancias que concurrirán en el desarrollo de trastornos de la visión y producirán una serie de reacciones nefastas para el conjunto de la función visual. Así pues, en la mayoría de los casos, el glaucoma es causado por un aporte sanguíneo menos bueno hacia el nervio óptico, asociado a placas de ateroma presentes en la pared de los vasos que irrigan este nervio.
Pycnogenol® está producido a partir de la corteza de una especie única de pino que procede exclusivamente del bosque de las Landas de Gascuña , en el sudeste de Francia. No se han utilizado ningún pesticida ni ningún herbicida y los árboles cortados son todos reemplazados, como lo prevé la legislación forestal francesa.
¿Por qué el estrés oxidativo es máximo en el ojo?
La retina del ojo es el tejido que tiene la mayor renovación del organismo. Por tanto hay una producción inevitable y permanente de radicales libres. Además, el ojo está especialmente expuesto a los rayos ultravioletas del sol que también generan radicales libres potencialmente peligrosos para el organismo.
Estos radicales libres son la diana de los antioxidantes endógenos y de los de origen alimenticio, pero algunos de ellos pasan entre las mallas de la red y logran degradar las células , las proteínas o los ácidos grasos del organismo. Los ácidos grasos poliinsaturados, muy concentrados en las membranas de las células del ojo, así como los conos de los fotorreceptores de la mácula son aquí especialmente vulnerables. Eventualmente, estos microdaños causados por los radicales libres se acumulan y son responsables delenvejecimiento del ojoy de numerosas disfunciones conocidas.
Esta velocidad de degradación dependerá del número de radicales libres generados (el cual a su vez depende de varios factores asociados al estilo de vida), pero también del número de antioxidantes aportados por la alimentación: cuanta menos cantidad ingerimos de estos valiosos compuestos, más es susceptible nuestro organismo de dejar “pasar a toda velocidad” a los radicales libres. Cuando hay un desequilibrio duradero entre la producción de estos radicales y la capacidad de las defensas antioxidantes, se habla de estrés oxidativo. Éste se manifiesta por alteraciones estructurales y funcionales y participa plenamente en el desarrollo de las patologías que afectan a la visión (16).
Con la edad, este desequilibrio se agrava por diversas razones. El contenido de un pigmento muy especial, la lipofuscina, aumenta con los años (17). Es un pigmento compuesto de lípidos y de proteínas que sensibiliza las células epiteliales a la luz azul y que provoca la producción masiva de oxígeno singlete (18) y de radicales libres (19), unas especies reactivas de oxígeno que dañan a las células y causan su muerte por apoptosis (20). A lo largo del envejecimiento, la fluidez de la membrana también está afectada por la acumulación de daños infligidos por los radicales libres. Ahora bien, esta modificación se traduce progresivamente en forma de una respuesta inflamatoria crónica que se acompaña de una producción de mediadores proinflamatorios (21) …
Así pues, los antioxidantes exógenos como los antocianos o las proantocianidinas constituyen soluciones ideales para prevenir la aparición de dicho círculo vicioso.
Para lograr dirigir a los antioxidantes hasta las estructuras del ojo, hay que asegurarse optimizar la red vascular del ojo: la integridad funcional de las células fotorreceptoras depende necesariamente del buen funcionamiento de los capilares de la retina. No sólo para hacer circular a los antioxidantes: los fotorreceptores requieren una cantidad muy importante de oxígeno y producen permanentemente numerosos desperdicios que deben ser evacuados lo más rápidamente posible para funcionar de manera óptima. Cuando estos intercambios no están bien asegurados, patologías como el glaucoma y la DMAE (Degeneración macular asociada a la edad) son susceptibles de desarrollarse rápidamente (22).
COMPOSICION
Dosis diaria: 1 cápsula
Cantidad de dosis por envase: 30
Cantidad
por dosis
Mirtoselect® (extracto de arándano Vaccinium myrtillus estandarizado a un 36 % de antocianinas)
70 mg
Pycnogenol® (extracto de cáscara de pino marítimo de las Landas)
40 mg
Alpha tocopheroles
100 IU
Otros ingredientes: Goma arábiga o de acacia.
Mirtoselect®, Indena, Italia. Pycnogenol®, Horphag, Suiza.
POSOLOGIA
Reservado para adultos. Tomar 1 cápsula al día.