FISETIN
Descripción
El más potente de los senolíticos naturales para erradicar las células senescentes y reactivar la autofagia
- Dosis imbatible de 500 mg de fisetina para una “limpieza” del organismo en profundidad.
- Favorece la autodestrucción de las células senescentes causantes del envejecimiento y de los trastornos relacionados con la edad (fragilidad muscular, deterioro cognitivo, trastornos cardiovasculares, inflamación crónica…).
- Ayuda a las células a eliminar los residuos tóxicos que obstruyen su citoplasma para darles un “impulso” instantáneo.
- Está basado en las investigaciones científicas más recientes (terapia senolítica y autofagia).
- Extraído naturalmente del tallo de Rhus succedanea y normalizado a un 98 % (pureza máxima).
- También contribuye al fortalecimiento de los huesos y a la comunicación neuronal (fortalecimiento de la memoria y de los procesos cognitivos).
COMPLEMENTO SENOLÍTICO DE FISETINA - DOSIS ELEVADA
Fisetin 500 mg es el complemento senolítico más potente que haya habido nunca en el mercado. Forma parte de la gran familia de los polifenoles antioxidantes naturales, como la quercetina, el kaempferol o la miricetina.
Esté destinado a eliminar las células senescentes diseminadas por todo el cuerpo humano. Son células “monstruosas” que ya no participan en las funciones del organismo, pero que persisten en el medio y perjudican a las células sanas. Importantes investigaciones científicas han mostrado que las células senescentes están directamente relacionadas con el envejecimiento y el deterioro. Con la edad, éstas son cada vez más numerosas.
La fisetina también contribuye a activar la autofagia, un mecanismo que sirve para eliminar ciertos elementos tóxicos que se acumulan en la célula. Su descubrimiento por el profesor Yoshinori Ohsumi ha sido recompensado con el Premio Nobel de Medicina en octubre de 2016.
¿Qué es la fisetina?
La fisetina es una molécula polifenólica que se encuentra en frutas bastante corrientes como la fresa (160 mg/kg), la manzana (27mg/kg) y el caqui (10 mg/kg), así como en ciertas plantas de uso medicinal. Se ha descrito que realiza múltiples actividades biológicas beneficiosas entre las que se encuentran la inhibición de la proliferación celular (1), la neuroprotección (2), la protección ósea y la lucha contra la inflamación (3). Pero las dos propiedades más sensacionales siguen siendo su capacidad para destruir las células senescentes que aparecen en el organismo y para activar el mecanismo de autofagia que permite a las células digerir sus propios residuos (4). Varios estudios han mostrado que ésta permite así aumentar la longevidad y reducir los marcadores de la senescencia en la persona.
Su naturaleza hidrófoba le permite penetrar fácilmente en las células a través de la membrana celular (5). Ésta a continuación favorece la autodestrucción de las células anormales (como las células senescentes) al activar diversas proteínas características. Una de sus grandes ventajas en relación con otros senolíticos es reducir la fracción de las células senescentes del sistema inmunitario (linfocitos T y NK – del inglés Natural Killer cells – linfocitos citolíticos naturales), lo que permite amplificar su efecto beneficioso, ya que las propias células inmunitarias son importantes para limpiar las células senescentes (6).
Un estudio importante ha permitido sacar a la luz sus propiedades senolíticas y su impacto sobre la longevidad: Fisetin is a senotherapeutic that extends health and lifespan .
Éste permite asimismo ayudar a las células a que se deshagan de sus residuos tóxicos digiriéndolos. Es el famoso mecanismo de autofagia. La perturbación de este mecanismo (por ejemplo, como consecuencia de mutaciones) puede provocar enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades neurológicas.
¿Cuáles son los mecanismos de acción de Fisetin 500 mg?
La fisetina es un producto raro, capaz de actuar sobre tres grandes fenómenos relacionados con el envejecimiento: la multiplicación de las células senescentes, la inactivación del proceso de autofagia y el deterioro de la comunicación neuronal.
¿De qué manera son las células senescentes nefastas para el organismo? ¿Cómo funciona la terapia senolítica?
En 2014, unos investigadores dieron un paso importante en la lucha contra el envejecimiento. Éstos identificaron células completamente deterioradas en los tejidos de las personas mayores de 40 años. Estas células, denominadas “senescentes”, son células degeneradas, incapaces de realizar sus funciones y están repartidas por todos los tejidos del organismo. Ya no están en condiciones de funcionar normalmente, pero no han sido eliminadas por el organismo y por tanto se acumulan patológicamente en el medio (7). Estas células son escasas entre los jóvenes, pero aumentan con la edad, especialmente en el tejido adiposo, el músculo esquelético, los vasos sanguíneos, el cerebro, los riñones y la piel (8).
Desgraciadamente, las células senescentes no se contentan con ocupar el terreno: éstas frenan la actividad de las células sanas vecinas liberando continuamente sustancias proinflamatorias (IL-1, IL-6 et IL-8 – Interleuquina 1, 6 y 8), vesículas y proteínas insolubles (fibronectina y colágeno) al medio extracelular (9-11). Estas sustancias indican a las demás células el estado de deterioro avanzado en el que se encuentran, ¡pero también influyen en el funcionamiento de las células sanas vecinas (12)! Numerosos estudios han podido demostrar, estos tres últimos años, que la cantidad de células senescentes en el organismo está directamente relacionada con el ritmo de envejecimiento (13) y con el desarrollo de trastornos relacionados con la edad. Una pequeña cantidad de células senescentes basta para sembrar el caos en un tejido (14) y para provocar la aparición de numerosos trastornos relacionados con la edad: inflamación sistémica, artrosis, aterosclerosis, enfermedades crónicas (15), sarcopenia, cataratas, resistencia a la insulina, hiporreactividad vascular (16) ...
Sólo hay una solución: perseguir a estas células senescentes
En situaciones normales, estas células deberían autodestruirse para evitar perjudicar al organismo (a esto se le denomina apoptosis), pero en ellas, el mecanismo no funciona. Por tanto, están condenadas a atacar el organismo y a sembrar el caos a su alrededor (17). Afortunadamente, los investigadores han identificado varios compuestos capaces de reparar específicamente este mecanismo defectuoso, provocando así su autodestrucción. A estos compuestos extraordinarios los han denominado “senolíticos”. La fisetina es el más potente de éstos : permite matar selectivamente a las células senescentes para atenuar la gravedad de las enfermedades relacionadas con la edad, aumentar la resiliencia, así como la longevidad y retardar los efectos del envejecimiento. Es una limpieza completa que permite a las células sanas volver a tomar el control y hacer funcionar el organismo a pleno rendimiento.
Impedir que las células sanas se transformen en células senescentes
Una célula joven y sana es capaz de “digerir” una parte de su contenido (proteínas, restos celulares, microorganismos…) si ésta es perjudicial para su funcionamiento. A esta degradación voluntaria se le denomina “autofagia”. Es un proceso de limpieza y de reciclaje a la vez. Este proceso es muy importante, ya que, si la célula no es capaz de limpiarse a sí misma, se producirá una acumulación de residuos” , explica Isabelle Vergne, una investigadora del CNRS, el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, que trabaja en la autofagia. “Si este proceso está completamente alterado, ello puede provocar numerosas patologías”, añade ella. Por su parte, el profesor Ioannis Nezis de la Universidad de Warwick del Reino Unido, dice que los investigadores tratan “de comprender por qué este proceso disminuye con la edad y de encontrar innovaciones capaces de activarlo para mantener nuestras células en buen estado durante más tiempo y poder vivir una vida mejor y más larga. “
El profesor Ohsumi, recompensado con el Premio Nobel de Medicina en 2016, ha podido identificar los genes necesarios para la utilización de esta práctica, y ha mostrado que, en ciertas enfermedades relacionadas con la edad, como las enfermedades neurodegenerativas, la diabetes o la aterosclerosis, es necesario estimular, incluso reactivar este proceso de autofagia para ayudar a las células enfermas a que se deshagan de los agregados de proteínas que se van acumulando. Ahora bien, la fisetina forma parte de estas sustancias capaces de estimular la autofagia.
La fisetina también favorece la supervivencia de las neuronas
Numerosos estudios han mostrado que la fisetina contribuye a mejorar la memoria y la concentración, a proteger las neuronas y a favorecer el crecimiento. Es un compuesto capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, y seguidamente de promover la comunicación entre las neuronas del hipocampo, una región del cerebro relacionada con la memoria a largo plazo (18-19). Ésta refuerza la cohesión entre los diferentes factores de protección neuronal y el mantenimiento energético de los niveles de ATP (del inglés Adenosine tri-phosphate – adenosín trifosfato) en las neuronas.
Un valioso refuerzo óseo pasados los 50 años
Unos investigadores se interesan por el potencial de la fisetina para luchar contra la osteoporosis , un desequilibrio que afecta a más de 3 millones de mujeres en Francia. Es un trastorno óseo que aumenta considerablemente el riesgo de fracturas y altera la calidad de vida de las personas afectadas. Como los tratamientos convencionales presentan efectos secundarios nocivos, se buscan alternativas naturales.
La fisetina actúa sobre el remodelado óseo, un fenómeno que resulta de la actividad de los osteoblastos – células que fabrican hueso – y de los osteoclastos – células que destruyen hueso. En el caso de la osteoporosis, el desequilibrio entre la acción de estos dos tipos de células conduce poco a poco a una densidad mineral ósea demasiado baja y a una alteración de la microarquitectura del hueso. Lo interesante de la fisetina, es que ésta permite un reequilibrio del remodelado óseo gracias a una actividad combinada (20-22): ésta estimula la actividad de las células osteoblastos que sintetizan y estructuran el tejido óseo, y bloquea la diferenciación y la actividad de los osteoclastos responsables de la resorción ósea.
¿Cómo tomar Fisetin 500 mg?
Fisetin 500 mg puede utilizarse como cura (anual o trimestral) o de forma continua, según las necesidades. La toma de las cápsulas debe hacerse durante las comidas. La dosis ha sido elegida en función de un estudio animal con resultados espectaculares y gracias al enfoque usual de conversión de dosis del animal al ser humano (23). Se trata de una alternativa más potente a la ya célebre fórmula Senolytic Complex (Complejo senolítico).
Conviene saber que la curcumina inhibe la glucuronoconjugación de la fisetina y por tanto mejora su biodisponibilidad (en un factor 30 si se da credibilidad a ciertos estudios). En cuanto al DHA (del inglés Docosa hexaenoic acid – ácido docosahexaenoico), actúa sinérgicamente con la fisetina para frenar la resorción ósea . Los bioflavonoides como el picnogenol y la quercetina se potencializan recíprocamente: por tanto, es apropiado combinarlos.
Para apoyar los efectos antienvejecimiento de la fisetina, también se puede combinarla con el mononucleótido de nicotinamida, el precursor más directo del dinucleótido de nicotinamida y adenina (una coenzima que, si su producción disminuye, contribuye irremediablemente al envejecimiento y al deterioro de las funciones del organismo).
Atención: la fisetina no se recomienda paralelamente a un consumo de medicamentos de la clase de los antivitamínicos K, que son anticoagulantes orales comunes (24).
Composición Dosis diaria: 2 cápsulas
Número de dosis por caja: 30
Cantidad por dosis
Fisetina (procedente de 510 mg de extracto de tallo de Rhus succedanea estandarizado a un 98 % de fisetina (7,3’,4’-flavon-3-ol) 500 mg
Otros ingredientes: goma arábiga o de acacia y harina de arroz blanco.
Posología
Adultos. Tomar 2 cápsulas al día. Cada cápsula contiene 250 mg de fisetina.